
Al igual que en casi todos los aspectos formativos los niños son un reflejo de los adultos y de lo que viven en casa y la forma de alimentarse no es la excepción. Por ejemplo en mi caso, a mi mamá no le gustaba la leche ni el pan, así que yo crecí sin consumir ninguno de éstos productos, no tengo idea de que es una merienda a base de pan dulce y un vaso de leche, y aunque a veces se me antoja jamás recuerdo comprar alguno de estos productos.
Otro ejemplo es que siempre me sirvieron los huevos estrellados volteados, por lo tanto crecí comiendo huevos estrellados bien cocidos, hasta que un día pensé que sería muy rico remojar mi pan en una yema de huevo tierna, pero fue un shock para mi educación alimenticia cambiar este hábito, y efectivamente el día que hice esto me di cuenta que me había perdido de algo muy rico por mucho tiempo. Pero de igual manera en casa comíamos gran cantidad de verduras y productos frescos, pocos enlatados y en general de todo, esto provocó en mi la curiosidad de probar muchos alimentos que otros niños ni siquiera conocían.
Cuando nos topamos con niños que no comen nada ó a los que no les gusta nada es indudablemente por culpa de sus padres, no limites a tus niños, no hagas caras ó gestos cuando ellos quieran probar algo que a ti no te gusta, nunca digas ó hagas expresiones de repulsión por algún alimento, deja que ellos experimenten sabores y texturas sin que los predispongas. Un niño, al igual que en otros aspectos, es curioso por probar y experimentar, dales esta libertad y que ellos sean quienes decidan si les gusta algún alimento ó no. Cuando no sepas a que sabe algo dilo abiertamente, procura probar, recuerda que la comida es cultura y nos brinda un universo muy amplio de algo que es 100 porciento disfrutable, esto por un lado, por otro lado si los niños desde pequeños están acostumbrados a comer de todo serán adultos mucho más sanos, generalmente niños que comen de todo no son obesos pues consumen mucho menos comida chatarra y se evitarán una gran cantidad de problemas de salud llegando a la edad adulta.

Otro aspecto importante es que invites a tus niños a cocinar contigo, se darán cuenta de donde provienen los alimentos, les darán más valor y serán más consientes de que los alimentos que llegan a su mesa han pasado por todo un proceso, claro, siempre teniendo en cuenta las reglas de seguridad en la cocina.
No te olvides que es muy cierto que uno es el resultado de lo que come, así que regálales a tus niños la posibilidad de tener un universo de sabores, salud, cultura y placer por medio de una alimentación variada y sin limitaciones.
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